Gustavo Sequera, un activista comunitario al servicio de sus vecinos

El profesor carabobeño también es parte de la primera cohorte de líderes comunitarios formados por la Clínica Jurídica Juan Germán Roscio

En 2018, el profesor Gustavo Saquera usó el boleto de ida, pero sin retorno inmediato a Perú, el país que escogió para empezar de cero con su familia, en medio de la inmanejable crisis generalizada, que a la fecha suma más de 7 millones de venezolanos en el extranjero.

Planificó su viaje evaluando todas las variables socioeconómicas para que su proceso migratorio fuera lo más ordenado posible. “Venimos de un país hiperinflacionario y cuando tú revisas que aquí la inflación no llegaba nuevamente al 3%, esto era una maravilla”, comentó.

Al llegar desde su natal Carabobo descubrió que la realidad era más compleja de lo pensado, pero, aun así, no desistió y siguió adelante. Considera que, a pesar de lo duro que ha sido el proceso de integración, siempre agradece las oportunidades, porque son las que le han permitido sacar adelante a la familia  junto a su esposa, que también es docente. 

“Yo cuando llegué aquí empecé como grifero, después empecé a trabajar por mi propia cuenta. Y bueno, sigo trabajando por mi propia cuenta, voy al mercado, trabajo en el mercado y toda labor honesta que salga, la hago”, contó.

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Aún y con temas que resolver, Sequera ha procurado apoyar a sus connacionales -que como él-  buscan integrarse a la sociedad peruana. Es así que se incorporó al Consejo de Residentes (CDR) de ATE y desde allí busca hacer los enlaces entre personas vulnerables y las instituciones.

Recordó una gestión exitosa en la que se logró ayudar a una familia para evitar que fueran desalojados. “Tenían 4 meses sin pagar y había una niñita que estaba a punto de quedarse en la calle. Nosotros nos comunicamos con Cáritas y ellos nos ayudaron con ese caso en específico”.

En otra oportunidad, acudió a Veneactiva para atender los casos de regularización migratoria a través de la Clínica Jurídica Juan Germán Roscio.

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Sequera también fue parte de la primera cohorte del ciclo de talleres de formación llamado Empoderamiento de promotores comunitarios en la defensa de derechos humanos y acceso a servicios de migrantes y refugiados en Perú que lideró la Clínica Jurídica, que brindó herramientas para atención directa a los casos comunes dentro de las comunidades.

“Gracias a lo que nos enseñaron ahora podemos nosotros mismos dar respuesta a temas de regularización migratoria y acceso a la salud pública a través del SIS. Estamos preparados, orientados para brindar información a los migrantes como nosotros”.

Otra organización que está ayudando a conformar es la Federación de Docentes Venezolanos en Perú. “La idea es buscar cómo ayudar al docente venezolano que está aquí a que se integre al campo laboral educativo dentro del campo en el que fue formado”.