“Necesidades no atendidas en comunidades de acogida compiten con el fenómeno migratorio”

 Arellano destacó que si se quiere romper el ciclo de empobrecimiento de los migrantes venezolanos y que el impacto no sea agudizar los indicadores negativos “se requieren soluciones escalables y sostenibles”.

 Detalló que estas iniciativas deben darse desde los ejes de básicos de educación y medios de vida basados en la identidad como llave: “Una que vaya más allá de los procedimientos extraordinarios y excepcionales de regularización que abra el camino a una residencia permanente o la nacionalización con la correspondencia de una mirada socio productiva formalización para el aumento de la base tributaria , impactos transables y  la formalidad”.

 Para estas soluciones se necesita del apoyo de todos sectores como el privado, público, sociedad civil, y la cooperación. Puso como ejemplo los Migracentos en Perú, espacios pensados para atender a propios y extranjeros en temas de asesoramiento, inclusión económica y socia,l así como documentación buscando mitigar los riesgos de la emigración y reimigración irregular favoreciendo lo que se ha denominado “Ruta de Arraigo”, en un mismo lugar sin distingo de nacionalidades.

Antes de finalizar, recordó que ya son casi 7 años de la migración venezolana y que ya “son parte de nueva vecindad, pero que están al margen del sistema”. Enfatizó en que  las iniciativas deben tener  foco en la sostenibilidad para que tengan un impacto significativo y que  los países luego, por supuesto, las personas son quienes se verán favorecidos con estas políticas. “La historia da premisas de que la migración suma positivamente”.